Los canales de comunicación son un mecanismo implementado en la empresa con la finalidad de que sus trabajadores y, en ocasiones terceros, puedan comunicar de forma confidencial o anónima irregularidades cometidas dentro de la empresa. Todos los empleados deberán conocer la existencia de estos canales.

La investigación la dirigirá el Responsable de Cumplimiento o Compliance Officer y deberá garantizar unos principios básicos: (i) Confidencialidad: no se divulgará el contenido de la denuncia. (ii) Inexistencia de represalias, garantizando que no se penalizará al denunciante siempre que la denuncia se haya realizado de buena fe. (iii) Principio de contradicción y defensa: el denunciado siempre podrá contradecir los hechos por los que ha sido denunciado y presentar pruebas que refuten los hechos denunciados. (iv) Fehaciencia: debe documentarse por escrito.

Finalizada la fase de investigación, habrá de determinarse si la denuncia es procedente o no y las medidas a adoptar mediante la emisión del informe de investigación, que recoge los siguientes aspectos: (i) los procedimientos empleados para la investigación de la denuncia y sus resultados; (ii) las medidas correctivas que, en su caso, se deban establecer, así como las sanciones disciplinarias que pudieran corresponder; (iii) las recomendaciones o propuestas preventivas o de mejora en el control, supervisión, y evaluación necesaria para evitar su repetición en el futuro.

Por supuesto, si resultado de la investigación realizada se acreditara la comisión de un ilícito deberá darse curso a las autoridades competentes. Si se hace, además, desde el seno del programa de Compliance, esta comunicación será una prueba de que dicho programa es eficaz y eficiente cumpliendo con los requisitos previstos al efecto en el artículo 31 bis del Código Penal.