Ya han pasado 6 meses desde la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 8/2019, que obliga a las empresas a registrar la jornada diaria de sus trabajadores. Muchas empresas tuvieron que implementar sistemas de todo tipo para poder registrar la jornada diaria, tratando de adaptar éstos a sus necesidades y peculiaridades concretas hasta dar con el sistema adecuado. Medio año después, ya ha habido varias sentencias sobre despidos de trabajadores motivados por la información obtenida a través de los sistemas de registro de jornada. Se ha declarado la procedencia del despido de una trabajadora que, por su cargo, tenía acceso a las tarjetas de fichaje de los exempleados; tarjetas que utilizaba para salir antes de su hora de finalización de su jornada. La Empresa pudo constatar con su sistema de registro que, en ocasiones, la trabajadora no había fichado su salida, y que, a cambio, constaba la salida de un exempleado. Entendió el Juzgado que su fraude es sancionable con falta muy grave. 

De contra, se declaró la improcedencia de un despido de una trabajadora motivado por irregularidades e incumplimientos a la hora de fichar su jornada. Si bien sí se acreditaron por la empresa ausencias e irregularidades en sus fichajes, éstos no fueron concretados por parte de la Empresa y, además, al trabajar la mayor parte fuera de la oficina, la Empresa siempre había permitido implícitamente no fichar. Se entendió que no cabe la sorpresiva exigencia de aquel control, cuando existía un consentimiento tácito a sus usos laborales y que, sin advertencia previa, no puede sancionarse con un despido. Y en cuanto al sistema de fichaje, se declara la improcedencia de un despido por faltas de puntualidad e inasistencias de un trabajador que, al quedar acreditado que el sistema de fichaje por huella dactilar no reconocía expresamente su huella y daba errores continuos. Queda esperar un tiempo para poder analizar más en detalle los despidos que tengan lugar a causa de incumplimientos en materia de registro de jornada.